18. La sombra del perdón perfecto

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La sombra del perdon perfecto

En el libro de Levítico 16, versículos 1 al 10, 20 al 24 y 34, dice el Señor: “Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron. Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto. Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua. Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto. Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto…

Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo; y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto. Después vendrá Aarón al tabernáculo de reunión, y se quitará las vestiduras de lino que había vestido para entrar en el santuario, y las pondrá allí. Lavará luego su cuerpo con agua en el lugar del santuario, y después de ponerse sus vestidos saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la expiación por sí y por el pueblo. 

Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó”.

La muerte de Nadab y Abiú, hijos de Aarón, por haber ofrecido fuego extraño, condujo a la entrega de esta sombra de la Cruz, llamada el Gran Día de la Expiación. De ella veremos sólo los detalles que añaden a la obra de la Cruz y que vienen dibujando las sombras anteriores.

Lo primero es la vestimenta inicial del sumo sacerdote; él no comienza usando sus ropas de gala, no usa el pectoral ni el efod; obviamente esto representa la humildad de Cristo en su encarnación.

Lo segundo es el macho cabrío que es sacrificado y que nos habla de la propiciación, como ya hemos visto en las sombras anteriores, y la ira de Dios es aplacada eficazmente. Pero aquí aparece un segundo macho cabrío, sobre el que cayó la suerte por Azazel, y trae algo nuevo a las sombras de la Cruz. Ambos animales forman una misma imagen en dos escenas separadas, el uno no puede ser sin el otro. 

Luego vemos la imputación; al poner las manos Aarón sobre él y confesar los pecados de Israel, este animal carga sobre sí mismo, y en esto representa a Cristo, los pecados de una nación. En la Pascua el cordero libraba de la ira de Dios a una familia. Aquí el macho cabrío cargaba los pecados de una nación y luego era liberado en el desierto. 

Los hebreos veían al cordero alejarse más, mucho más, hasta que desaparecía de su vista. Esta imagen representa que el pecado desaparece con toda su culpa, no solo de la vista del hombre por quien se hizo la expiación, sino de la vista de Dios.

Las imágenes que vemos en Miqueas 7:19 nos enseñan de otra manera, y dicen: “Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”, o Salmos 103: 12. que dice: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”, y Jeremías 31: 34, en donde leemos: “…y no me acordaré más de su pecado”.

No sabemos qué significa la palabra “Azazel”, pero sin duda nos habla de este alejamiento total, absoluto, definitivo, permanente, para siempre, del pecado de nuestros ojos y de los ojos del Santo Dios. Y todo esto nos habla de lo perfecta que es la expiación que hace esto con el pecado. Cristo y su Cruz hacen desaparecer el pecado para siempre de la vista de Dios y del hombre. Qué hermosura y qué didáctica maravillosa en esta sombra de la Cruz.

Pero hay algo más, después de esto Aarón se quitaba sus ropas humildes de lino y se vestía sus ropas de gala, las de gloria y hermosura, representando así a Cristo resucitado, vestido de su cuerpo glorioso, que será igual al de todo pecador por el cual Él hizo expiación.

La imperfección de lo que hizo Aarón en este rito se contrasta con la perfección de lo hecho por Cristo, en Hebreos capítulo 9, en donde vemos que la obra de Cristo, la Cruz, fue hecha una sola vez y para siempre, y sus efectos de propiciación y justificación son para siempre a favor de una nueva humanidad. 

La Pascua es expiación por una familia; en el gran día de la expiación se hizo por una nación, pero en la Cruz Cristo hizo expiación eficaz por una nueva humanidad.

Pueden ver la grandeza y eficacia de la Cruz una vez más, y como esta hermosa sombra de la Cruz añade seguridad de salvación a los creyentes verdaderos.

Algunos hermanos débiles en la fe no pueden experimentar perdón perfecto cuando caen en pecado, o dar un perdón perfecto al hermano que los ofendió. Ellos son como un hebreo que insiste en que sigue viendo al macho cabrío llevado al desierto; insisten en que pueden ver lo que hay en lo profundo del mar, que hallaron un punto en el que se encuentran el oriente y el occidente, e insisten en recordar lo que Dios decretó que sea olvidado.

¡Oh, Señor! Esta sombra de la Cruz es preciosa y beneficiosa en nuestra lucha contra el pecado. Danos vivir una vida experimentando tu perfecto perdón, y dando a los que nos ofenden un perfecto perdón, porque en esta sombra de la Cruz hemos visto perderse al macho cabrío que hace desaparecer el pecado. Te lo pedimos en el Nombre de Cristo, Amén.

 

La sombra del perfecto perdón -Poesía-

 

De los sacrificios ya tenemos noción,

El pecado disculpa de una persona;

Mayor conocimiento hoy se adiciona, 

Saber que perdona a toda una nación.

 

Un día especial para el rito,

El perdón colectivo viene de Él;

Un macho cabrío para Azazel

Y otro que muere por todo delito.

 

Las manos ya pone sobre el animal,

Pecados declara en imputación;

Sumo sacerdote hace confesión,

Se lleva al desierto la culpa fatal.

 

Atentos ya miran que el cabro se va,

En él sus pecados ven alejar;

Lejos más lejos hasta contemplar

Que nunca, más nunca, él volverá.

 

Perdón por la Cruz perfecto ya fue,

Al fondo del mar la culpa arrojó;

Oriente a occidente nunca lo tocó,

Al macho cabrío jamás lo veré.

 

Sombra de la Cruz su perfecto perdón,

Gran beneficio que Cristo nos dio; 

Si todas las culpas las eliminó,

A mi hermano perdono cualquier transgresión, Amén.

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